A las personas les encanta hablar de amor. Está en tu lista de series de Netflix y en las películas taquilleras, en Romeo y Julieta y en Crepúsculo, en canciones de rock ochenteras y en canciones pop actuales, en Apps como Tinder, en marcar con una X el estado civil, en querer pareja cuando se está soltero o imaginar la soltería cuando se está en una relación…
Aunque enamorarse parezca ser algo espontáneo, hay varios procesos inconscientes relacionados con la búsqueda de pareja que acaban influyendo en las personas que nos atraen, la posición en la que nos ponemos en una relación y, a veces, los mismos errores que acabamos repitiendo con diferentes personas.
Si sientes que constantemente te encuentras con el mismo tipo de pareja o los mismos problemas se acaban repitiendo con diferentes personas, es momento de analizar tus aspectos inconscientes que influyen en esta parte de tu vida. Empecemos con…
El complejo de Édipo y la elección de pareja
Para el psicoanálisis, la elección de pareja se pauta en el complejo de Édipo. Esto quiere decir que las personas que escogemos para relacionarnos y las posiciones en las que nos ponemos en una relación dependen del tipo de relación de apego que hayamos tenido con nuestros padres en los primeros años de la infancia.
Esto puede resultar en infinitas formas de relacionarse, por ejemplo, buscar en la pareja características de los padres, elegir lo opuesto a características de los padres para contrarrestar deseos edípicos, o mantenerse en relaciones violentas aún cuando se creció en un hogar con violencia.
El amor marca Disney…que se quede en Disney
Buscar el amor teniendo como referencia el “alma gemela”, “media naranja”, “príncipe azul”, “mujer de mis sueños” distorsiona las expectativas reales de la elección de pareja, y trivializan lo que significa convivir con otro ser humano.
Para empezar, estos términos nos dicen que somos seres incompletos y que hay alguien allá afuera que tiene la solución para lo que nos falta, y que cuando lo encontremos, todos nuestros conflictos personales se resolverán.
Esto no sólo le pone una carga enorme (y desproporcional) a la persona con la que te relacionas, sino que hace que la energía que deberías invertir en otras partes importantes de tu vida, se la dirijas exclusivamente a una relación de pareja.
Otro problema de reducir a tu pareja a “tu alma gemela” es que estás dejando de conocerla como realmente es, pues en lugar de esto, estás viendo una proyección de deseos y necesidades tuyas.
Esta es la razón por la que muchas parejas se separan después del enamoramiento inicial: cuando los químicos y hormonas del enamoramiento disminuyen, estas personas se deparan con alguien a quien no conocen, pues hasta el momento estaban viendo lo que querían ver.
El amor, cada vez más líquido…
En su obra “Amor Líquido”, Bauman habla de las relaciones de la actualidad. Cada vez más fugaces, superficiales, y bajo la lógica de lo descartable: si no es como lo quiero aquí y ahora, esa relación no me sirve y paso a la próxima.
¿Y qué implica esto del punto de vista emocional? Que queremos las partes divertidas y superficiales de tener una pareja, pero no queremos que ésta nos “salpique” con sus propias complejidades y dificultades. Muchos quieren estar acompañados, pocos se quieren relacionar.
La mala suerte en el amor… ¿existe?
En los puntos anteriores mencioné que aunque tengas la impresión de que escoges a tus parejas de forma 100% consciente, en realidad conflictos de ti inconsciente pueden estar detrás de esa supuesta mala suerte.
Si notas que aunque cambies de pareja acabas teniendo problemas similares, es momento de cambiar la pregunta, de…
¿Por qué siempre “me toca” relacionarme con gente así?
¿Por qué siempre me pasa _______?
a…
¿Por qué busco relacionarme con gente así?
¿Por qué me pongo en situaciones como _______?
Una forma de quitarnos responsabilidad es el atribuir estos patrones repetitivos a la mala suerte o a no haber encontrado a la persona correcta.
El decir “es que no he encontrado a la persona correcta” es un comodín aparentemente infalible, pues la solución se encuentra en un supuesto futuro que aún no ha llegado.
Reflexionar sobre los procesos inconscientes que rigen tus comportamientos te permitirá cuestionar y romper patrones de los que antes pensabas que eras víctimas. La psicoterapia y psicoanálisis pueden ser tus aliados en esa jornada tan personal de autoconocimiento.
Si tienes alguna duda al respecto o estás buscando tratamiento psicológico, no dudes en contactarme.