Frases como ”Después de la tormenta viene la calma” son las favoritas para levantar ánimos en situaciones de crisis como la del COVID-19, pero hay veces que deberíamos dejarlas en imágenes bonitas de Pinterest. En la vida real, nuestra mente funciona de formas más complejas que no responden a frases motivacionales.
Durante el confinamiento hubo detonadores de ansiedad colectivos como la sensación de claustrofobia y pérdida de libertad, así como detonadores de ansiedad específicos a cada persona. Pero toda esta ansiedad estaba delimitada por algo que todos compartíamos: la vida está en pausa, no podemos salir a vivir como lo hacíamos antes.
La ansiedad en la desescalada: ¿por qué ocurre?
Y después de la tormenta… está empezando el gradual plan de desescalada. Y es ahí donde viene la desconcertante realidad: si estamos empezando a ver la luz al final del túnel, ¿por qué la ansiedad y angustia no disminuyen, o por lo contrario, hasta aumentan? ¿Si estar confinado por tanto tiempo ya producía suficiente ansiedad, ¿no debería estar feliz por recuperar la libertad poco a poco?
De la misma forma en la que nuestro cuerpo “aguanta la presión” en épocas de mucho estrés y trabajo pero se enferma cuando le permitimos descansar, nuestra mente puede estar pasando por algo parecido.
Ahora, con pedacitos de libertad a la vuelta de la esquina, se abre un nuevo abanico de angustias propias de esta etapa. Para empezar, el mundo afuera no será como lo dejamos antes del confinamiento, y esta “nueva realidad” va más allá de ponerse la mascarillas antes de cruzar la puerta o de ya no poder entrar a una discoteca llena de gente.
Los aspectos más intangibles de esta nueva realidad como la inestabilidad en el trabajo, las nuevas formas en las que tendremos que socializar o el riesgo a contagiarse cuando nos veamos forzados a retomar actividades cotidianas pueden ser una fuente de ansiedad.
Para otras personas, el detonador pueden ser las redes sociales. Si durante la cuarentena podíamos ver a nuestros amigos brindando en divertidas videollamadas grupales y haciendo mil cursos en línea, ahora podemos verlos saliendo a la calle “a recuperar el tiempo perdido”, lo cual puede provocar comparaciones con los demás y sentirse inadecuado si no se quiere salir a todo momento.
Y, en casos más severos, algunas personas pueden llegar a desarrollar un Trastorno de Estrés Postraumático con síntomas como pesadillas, dificultades para dormir, evasión, falta de interés en actividades que antes causaban placer, entre otros.
Por todo lo anterior, es importante no dar por sentado ni descuidar la salud psíquica en la desescalada. Por eso, toma nota de estas…
4 formas de gestionar la ansiedad en la desescalada
1 – Elimina expectativas de lo que “debería ser” la desescalada
No hay una forma correcta o incorrecta de rehacer nuestra rutina en ella. Acepta tus emociones como vengan y no te fuerces a hacer actividades. Si se te antoja quedarte en casa viendo Netflix un sábado con excelente clima, ¡hazlo!
2 – Habla de cómo te sientes con gente cercana a ti
Las apariencias engañan, y aunque todos tus amigos se la pasen subiendo Tik Toks graciosos o se vean super felices en sus redes sociales, te sorprenderá que al abrirte y hablar de lo que sientes, encontrarás a más personas que están pasando por lo mismo que tú.
3 – Acepta la pérdida de control
La pandemia nos ha arrebatado la sensación de control sobre nuestros planes. No sabemos si las vacaciones que teníamos planeadas se harán en la fecha prevista, si el cambio de carrera que querías para el próximo semestre será posible, o si por un tiempo alternaremos temporadas de confinamiento y desescalada.
Procesar esta pérdida de control temporal te ayudará a reaccionar mejor ante los cambios.
Y por último…
4 – Busca ayuda psicológica si lo necesitas
En algunos casos pueden surgir trastornos psicológicos a los que tenías predisposición y que no se habían manifestado, o contenidos de tu inconsciente que hay que trabajar. Un psicólogo o psicoanalista son profesionales capacitados para escucharte y ayudarte a encontrar tu lugar en esta nueva realidad.
¿Te has sentido ansios@ durante el proceso de desescalada? ¡Comparte tu experiencia conmigo!