“Y cómo empezó su historia de amor?”
Si le hiciéramos esta pregunta en un grupo de amigos, a nuestros padres o a nuestros vecinos, escucharíamos todo tipo historias, desde las más excéntricas a las más tradicionales. Pero la mayoría de ellas tienen algo en común: están construídas encima de la monogamia obligatoria.
“¿Obligatoria? Si nadie me ha obligado a nada”
Si estás -o has estado- en pareja, es probable que hayas pasado por las siguientes etapas en cualquier orden o duración…
- Conociste a esa persona
- Se empezaron a gustar
- Entre más se gustaron, más tiempo pasaron juntos
- En algún momento entre el gustarse, tener relaciones sexuales y enamorarse (sin ningún orden específico)… tu pareja y tú acordaron que ahora estaban en una relación.
¡Y listo! Al ponerle el nombre “relación”, los dos ya dan por hecho que no pueden salir con otras personas.
La monogamia obligatoria es la expectativa o norma social que nos hace ver la monogamia como la única forma aceptable (o incluso, posible) de relación romántica o sexual. En otras palabras, ver las relaciones monógamas como una forma tan estándar de relacionarse, que nunca nos planteamos que puedan haber otras opciones. Si no sabemos que hay otras opciones, no estamos realmente escogiendo.
Aunque las relaciones de No Monogamia Ética no son nada nuevo, sí que han ganado cada vez más popularidad. Las vemos en el cine, en las series, en las redes sociales, en conocidos, en nuestro grupo de amigos… y con esta lucha de las personas no monógamas para legitimar este formato de relación, algunas personas que se relacionan de forma monógama se sienten atacadas. Como si se estuviese estableciendo una batalla:
“Monogamia Vs No Monogamia: ¿Cuál es la forma correcta de relacionarse?”
Y no se trata de eso. Estamos en una época (¡gracias, redes sociales!) llena de promesas y fórmulas mágicas de cómo ser felices, tener relaciones perfectas, y todo el combo de positividad tóxica. La realidad es que las relaciones humanas son complejas. Las relaciones monógamas tienen unos retos específicos, y las relaciones no monógamas tienen otros.
Aunque no hay una forma correcta -y a prueba de dificultades- de relacionarse, lo que la No-Monogamia Ética realmente critica es la idea de la monogamia obligatoria. Aquella que nos acaba pareciendo lo “normal” y “como deberían de ser las relaciones” para ser consideradas como genuinas, válidas o dignas de respeto. Hay diferentes teorías sobre el origen de la monogamia, y todas tienen lo mismo en común: la monogamia no siempre fue la práctica estándar.
Lo siento por los románticos, pero lo que popularizó la monogamia está más relacionada con el dinero que con el amor. Cuando el ser humano pasó de ser nómada a ser agricultor, empezó a acumular propiedades, y así la monogamia surgió como forma de asegurar la paternidad de los hijos y por ende, la herencia. Así que aunque se sienta como lo “natural”, no es nada más que una construcción social, y como tal, tenemos derecho a cuestionarla y a partir de esto, decidir si es como queremos relacionarnos. La monogamia obligatoria es la que alimenta los prejuicios sobre las no monogamias y la que dice que la exclusividad afectivo-sexual es la mayor demostración de compromiso y de amor entre dos personas. Y esto, que acaba rigiendo las relaciones de la mayoría de las personas, es un constructo social. Una idea que forma parte de la cultura donde nacimos y que tenemos tan internalizada, que sentimos como la única realidad.
Cada pareja tiene derecho a poder crear sus propias reglas del juego. Ya sea una relación monógama o no monógama, lo importante es que sean decisiones conscientes. Estas son algunas preguntas que puedes discutir con tu pareja para abrir el diálogo y tener acuerdos a la medida de su relación:
- ¿Qué significa para ti tener una relación conmigo? ¿Qué cambia al ponerle ese título?
- ¿Cuál es tu opinión sobre la exclusividad afectiva y/o sexual? ¿Qué significa para ti que seamos exclusivos? ¿Qué significaría para ti el no ser exclusivos?
- ¿Qué planes de vida te gustaría hacer conmigo? ¿Hay planes de vida que te gustaría hacer con otras personas?
Recuerda: la monogamia que aprisiona es aquella que nos da un libro de reglas de cómo debe ser una relación sin siquiera haber escogido el libro.